miércoles, 12 de diciembre de 2012

Es corrupto el silencio...


De responder a la ilegalidad del tiempo mirando hacia la contraposición de la evidencia. De por qué te he escrito, a pesar de saber la respuesta, es, simplemente, porque me apetecía hacerlo. Tan simple, como querer seguir engañándome, intentando rascar, buscar, escavar en las cenizas de un campo de flores que marchitaron, que se esfumaron, o posiblemente, quizás nos las fumamos... No te escucho, no te siento, ya no trazo el camino de tus besos, he perdido la trayectoria de tu mirada y me encuentro perdida en la antesala de la incertidumbre o en la de no querer saber más... Ya ni si quiera noto el roce de tu piel, no hablo de ti mientras duermo. Ahora solo callo y trago. Trago mis sentimientos y espero, como tú, quizás, a que la canción acabe de sonar con el tiempo. Es corrupto el silencio. Ya ha acabo el sueño, quítate la venda.

martes, 17 de abril de 2012

Luz entre tinieblas...


Buscaba en el horizonte el acierto entre lo concreto y lo eterno, y no veía si no, vagas respuestas a los interrogantes abiertos, que tropezaban con la verdad, que perdían el aliento.
E insistía el azul. Luchaba por estar entre tanta textura gris y mojada. Luchaba desde lo incierto, ocupando posiciones tan desconocidas, como certeras.
Es importante conocer el verbo y el nombre en la desdicha, es lo único cierto. Desde la dispersión del estallido de los sentidos, encontrar el orden de las cosas, es la mejor de todas las conquistas. Lo único que nos hace no dar la batalla por perdida.
Y de lamentos a parte, las penas, van quedando lejos; aunque, las lágrimas, sigan mojando por dentro.

martes, 13 de marzo de 2012

Ruleta Rusa

Escúpeme palabras sin sentido, grítame, cállame, vuélveme loca, sácame de aquí. Arrástrame, sedúceme, tiéntame. Pero solo un poco, que yo acudo. Vuela conmigo, no dejes de hablarme. Cántame canciones que no existan, cuéntame historias que sólo tú sepas, sorpréndeme otra vez. Insúltame, llámame tonta. Pégame, maltrátame, tírame al suelo y písame...
Pídeme perdón, y empecemos el juego desde cero...


sábado, 11 de febrero de 2012

En el Cabo...


No es verano ni en la sombra ni en la luz que cae sobre el faro.
No es verano en el Cabo,
pero yo me anclo al azul eterno y me pego y vuelo con el viento.

Hace frío en el Cabo,
el agua me lo cuenta en su trayecto.
No es verano en el Cabo,
pero me mojo sin quererlo...
Reto un pulso al sol para que se apague,
pero no soy tan fuerte,
pues hay vida en el Cabo,
aunque todo esté quieto.

El viento y el mar llaman a las montañas,
pero hoy no quieren trepar mis ganas,
hoy es invierno en mi sombra.

Y no es verano en el cabo,
pero sigo sin darme cuenta,
mi espalda está ardiendo y una gaviota se ha llevado un trozo de pan.

Huele a salitre en el Cabo
y la luz se desabrocha en el horizonte...
Es que estoy fuera del tiempo. No sé ni dónde ando.
Estoy perdida en el Cabo...

jueves, 2 de febrero de 2012

Extraños recuerdos...


Y mirarte a los ojos para sentir en un segundo cómo se me derrite el alma y cómo mi corazón estalla y se estampa contra el suelo...
Sentirte dentro, tan dentro, es como sentir que vivo por dos, que vivo en tu cuerpo, que respiro de tu boca, que miro gracias al brillo de tus ojos, que me haces feliz porque me lo contagia tu sonrisa.
Y sentirte tan dentro, hace que ya no sienta, que nada más me importe, que no haya nada más dentro de mí, ni tampoco alrededor. Y sentirte tan dentro, es sentirme más lejos, porque todo lo que tengo para dar se lo estoy dando al viento, se lo lleva él a pesar del esfuerzo.
Porque cada vez me cuesta más desalojar lo que tengo, cada día a este corazón mio le cuesta más aceptar que se queda solo, que ya no es útil. Nervios de acero, paciencia de plomo, corazón que aguanta y calla, cabeza que controla y retiene impulsos.
No busques sentido a esto porque no lo tiene, nunca lo tuvo y tampoco logrará tenerlo. Porque el mundo no está hecho para milagros y cosas imposibles...

lunes, 23 de enero de 2012

Guía de impulsos

Es en tu sombra que yo me escondo, y es en ella donde el recuerdo traza un mapa por cuyas calles recorre una historia...
Había una avenida llamada 'Trampa de la Inocencia', y por allí caminábamos todas las tardes. Ignorando la ignorancia, lejos de las miradas, olvidando los complejos y atendiendo tan solo al aire, único confidente de nuestras palabras, siempre tan ciertas como ambiguas.
¿Para qué tanto derroche?
Tanto sabor dulce y pasión distraída, confundimos la velocidad y fuimos tan despacio que nos salimos.
Solo el tiempo sabía y se reía de nuestros errores...
Es tan fácil equivocarse, que evitándolo también se hace y ahora, quién sabe dónde estamos.
Será de idiotas el amor, porque pensando, he perdido el rumbo...