jueves, 28 de febrero de 2008

¿Que tendrá ella...?

¿Qué tendrá tu corazón?
Que me inunda de alegría,
¿Qué tendrá esa mirada tuya?
Que le da luz a mi día.

¿Qué tiene tu suave piel?
Que me deja hipnotizado,
¿Qué tendrán tus dulces besos?
¿Qué tendrán tus lindas manos?

¿Qué tendrá? yo me pregunto,
¿Qué tendrán? pregunto al viento
no comprendo lo que siento,
no controlo este deseo,

deseo de estar siempre contigo,
y de tenerte entre mis brazos,
de verte cada noche,
y dormir siempre a tu lado.

Contigo ver la puesta de sol,
Contigo ver cada amanecer,
Y contigo sentir cada día,
Que formas parte de mi ser.

Y por eso vuelvo a repetir,
¿Qué tendrás? Princesa,
¿Por qué se muere mi corazón?
¿Por qué se muere si no le besas?

Duro sentimiento,
Dura realidad,
Dura verdad,
Que seas solo un sueño,

Vete ya de aquí,
Vete y aléjate de mí,
Porque si no logro olvidar
Todo lo que por ti sentí,
Creo, que solo quedará morir

martes, 19 de febrero de 2008

TIC-TAC

...Miraba fijamente al reloj. El incesante e imparable paso de los segundos me desquiciaba cada vez más.
La aguja continuaba impasible, dando vueltas y vueltas a aquel viejo reloj que otorgaba a la cocina la clásica melodía del "tic-tac".
Solamente él lograba romper aquel profundo silencio que todo lo teñía de tristeza, solo él, firme, sincero e implacable.
Duró apenas dos segundos esa lágrima cristalina en salir, recorrer mi cara y caer sobre la mesa. Parecieron horas.
Un llanto la acompañó, pero éste duró mucho más de dos segundos. El reloj anunció sin sentimientos que eran las dos de la tarde, luego las tres, las cuatro...y yo seguía ahí, sentado y hundido frente a la pared, fría estructura que me mantenía aún en la silla, seguía allí sentado manteniendo una esperanza y esperando.
Esperando ver aparecer, por entre la vieja puerta de madera, ese sentimiento que creía inexistente, cruel y despiadado, y por momentos increíblemente deseado.
Donde estás, felicidad? Susurraban sin cesar mis labios...
Y no aparecía, y el tiempo seguía volando en dirección a ninguna parte.
Y la fría estructura que me sujetaba fué tornándose innecesaria, hasta que mi cabeza cedió....
....
y la tensa espera...

...se terminó.

martes, 12 de febrero de 2008

El camino

-¿A qué has venido? Aléjate, jamás aceptaré que formes parte de mí. No necesito de tí para rellenar este hueco.

-"Quizá deberías aceptarme a tú lado, quizá sea esta la forma de comenzar a solucionar tus problemas, amigo"

-No lo creo, negaré siempre que existes, no eres más que una simple broma de mal gusto.
-Ahora, cerraré los ojos y cuando vuelva a abrirlos, tú ya no estarás. Te habrás ido para no volver.

Cierro los ojos, los mantengo cerrados, un minuto, quizá dos, hasta que me doy cuenta que he perdido la noción del tiempo y vuelvo a abrirlos, pero algo extraño sucede.
Mi cuerpo flota, envuelto entre una cegadora luz que no me molesta, sino que me agrada, lo que me atemoriza aún más. Intento moverme, intento escapar, pero todo eso resulta inútil.
No hay nada que pueda hacer.
Quizá ese sea mi camino, el camino hacia algún lugar en el que no sentir tristeza a cada instante en el que abro los ojos y observo la realidad. El camino hacia mi felicidad, la ruta que todo ser humano desearía recorrer.
En un instante, las luces desaparecen y dan paso a unos inquietantes segundos de total oscuridad.
Ya puedo moverme.
Una cortina se abre ante mí, y el lugar de fantasía que tanto deseé surgió de la nada.
Hemos llegado, susurré a mi corazón mientras apoyaba mi mano en el pecho.

-"Amigo, ahora, jamás volverás a verme a tú lado"

Y la soledad se desvaneció frente a mis ojos, dejando tras de sí un hermoso rastro.

He llegado, al final de mi camino. Ahora, seré feliz
Estoy volando. En el cielo no hay nubes, solo brilla el sol y quiero llegar hasta él. Recuerdo el día que deseaba hacer eso. Ahora no me lo puedo creer. Es indescriptible. Esincreible. Me siento libre.
¿Cuántas veces he solado con hacer esto? Ahora estoy volando, estoy en el cielo. Jamás pensé que lo tocaría tan de cerca. Es bonito y extraño a la vez, nunca habia visto nada igual.

Voy a llegar al sol, me falta poco... ¡Lo se! ...Solo tengo que esperar y seguir volando. Todo parece fácil.

Pero... ¡UN MOMENTO!
¿QUÉ ME PASA?
¡ME ESTOY ALEJANDO! ¡ME ESTOY CAYENDO!

...Por mucho que me esfuerzo, mis alas ya no vuelan, ya no me sirven para nada. Estoy cayendo. Estoy cayendo hacia el suelo.

¿POR QUÉ? Ya quedaba tan poco... Se está acercando, llega el fin. Ya nunca podré ni si quiera andar por el suelo. Porque para caer, se necesita menos tiempo que para levantarse. Lo estoy viendo cada vez más cerca, pero esta vez no quiero que llegue.

...Cierro los ojos con todas mis fuerzas...
¡Los vuelvo a abrir! ¿Dónde estoy? ¿A dónde he llegado?
Esta todo oscuro... ¿Es así el final?

Busco un punto de luz, es la ventana de mi habitación:

No pasa nada, todo ha sido un sueño
Aún, no ha terminado nada.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Sueños rotos

Me despierto envuelto en un mar de lágrimas, temblando. Apenas tengo fuerzas para levantarme y me siento perdido, me siento solo en mi habitación.
Se hace raro, después de tantos años despertándome rodeado de sueños, de felicidad, de rayos repletos de esperanza en su interior, se me hace muy raro abrir los ojos, y no encontrar nada.
Encontrar sin embargo, esa fría pared blanca frente a mí, esa en la que antes estaban dibujadas mis ilusiones, esa que antes atravesaba para comenzar a volar, y que ahora solo puedo golpear una y otra vez reclamando un último viaje, aunque me lo niegue día tras día.
Y ya no queda otra opción.
Caminaré lentamente hacia mi ventana, esa por la que antes entraba el sol y salían las lágrimas, y por la que ahora no entran más que gotas de lluvia que golpean con dulzura mi cara.
Ahora me toca salir a mí, necesito volver a volar.
Y cuento hasta diez, recordando en cada segundo todos y cada uno de mis sueños rotos, y al llegar a cero...

Ahora, ya nada podrá impedir que viaje a través de mi sueños, ahora, el tiempo es eterno, para encontar lo que quiero...

¡No te escapes!

Oye, ¡ven aquí! ¡No te escapes! ¡No huyas de mí! ¡No te vayas, por favor!

Así gritaba mi alma, la última vez que soñé. La última vez, que el sueño invadía mi mente. Aquella vez…

Pero no hizo caso, finalmente el sueño escapó de la memoria, no lo puede alcanzar. Ahora cada noche lo espera impaciente su próxima cita, desea volver a verlo. Volverlo a sentir…

…¿Qué fue eso? ¿Por qué he tenido que despertarme? Vuelvo a cerrar los ojos con todas mis fuerzas para verlo de nuevo. Tengo la esperanza de que mi vano recuerdo vuelva a reproducir esa maravillosa imagen. A veces, con los ojos cerrados, se puede ver mejor. Pero no, esta vez no. No lo he conseguido, ha sido inútil el esfuerzo. Me doy la vuelta dentro de la cama, me peleo con las sábanas, que insisten en incomodarme. Finalmente, decido abandonar aquel incómodo, a veces (pero tan anhelado, otras), mueble: la cama. Ya nada me retiene allí.

Pongo los pies en el suelo… Bienvenido a otro día más.

Hoy, tu ausencia estará en mi mente.


A veces, me encantaría sentir el calor que siente la sangre que corre por mis venas; a veces, me pregunto si es posible vivir tan arropado. Otras veces, suplico la frialdad de algunas miradas, o el vacío de un corazón desamueblado. Y Siempre, las preguntas son las mismas… ¿Cuánto tiempo me queda aquí?, ¿Seré ahora feliz por siempre? Porque el corazón no sabe lo que quiere, porque es un músculo indeciso que nos obliga a elegir, sometidos a sus mandatos. Hoy dice Te Amo, y mañana dirá Te Odio. El mismo que ahora palpita de felicidad mientras escribo, y que luego se parará… ¿Se parará realmente? ¿Algún día se parará esta máquina del tiempo, que hace recordar, olvidar y soñar? ¿Qué quedaría de nosotros pues, si las ideas vuelan de la mente?

De lo que estoy segura, es de que del futuro nada, o muy poco se puede escribir, eso es difícil. Lo fácil, es escribir y hablar sobre lo que ya pasó.

sábado, 2 de febrero de 2008

Miradas


Como la luna refleja su brillo en una noche oscura, así me iluminaba tu mirada.
Miradas... ¿Dónde habrán quedado aquellas miradas?
Miradas de complicidad, miradas con palabras, con sentimientos y esperanza.
Hoy, miro tu reflejo, y no veo nada...
Son miradas que solo miran, miradas que tienen mucho que esconder y que todo lo callan. Lo que antes te hacía sentir importante, ahora no te hace sentir NADA. Porque todo se derrama en dos lágrimas.
Ya nada al reflejo le sirve. La esperanza, a veces se acaba; esperar, a veces, cansa.
Miro hacia otro lado, aunque intento controlarlo. Pero no lo consigo. Es el corazón quien manda. El que me hace perder el rumbo, el que no me deja encontrar tu mirada.
Ya de poco sirve intentar torcer la cara. No me queda mas opción...

...Todo se oscurece...
...Se me cierra la mirada...